1. Toma la decisión, decide que tipo de web quieres, que información vas a mostrar y que servicios vas a ofertar y si tienes tiempo plasmalo en un documento.
2. Pide varios presupuestos, si es posible reúnete con los proveedores, explícales tu negocio, tus procesos, tu proyecto, tus aspiraciones y lo que quieres conseguir con la web. En la reunión pide al proveedor su opinión y déjate aconsejar, del mimos modo que te dejarías aconsejar en la compra de un televisor o un frigorífico por el encargado de la tienda. Toma ideas de varios proveedores. Son necesarias algunas preguntas imprescindibles al proveedor:
- ¿Teneis un diseñador en la empresa? ¿Puedo ver algunos trabajos anteriores? Esto es un punto imprescindible, apunta bien su respuesta, pues será necesaria en el siguiente paso. Apunta igualmente tu nivel de satisfacción con diseños previos de la empresa.
- ¿Qué tecnología se va a usar en mi web? Esto es igualmente muy importante, si tu web va a ser dinámica, te dirán que un CMS (Sistema Gestor de Contenidos). Asegúrate que te digan que CMS van a usar, si es un CMS propio de la empresa, o alguno comercial o gratuito como OpenCMS.
3. Descarta presupuestos antes de mirar los precios. Lo primero es descartar presupuestos que no cumplan con unos niveles mínimos de calidad. Para ello, tira a la basura los presupuestos de empresas que no cuenten con un diseñador en plantilla o que no subcontraten el diseño con una empresa externa.
Igualmente, si tu página contiene datos sensibles, descarta los presupuestos de empresas que usen CMS comerciales, puesto que día a día se publican en Internet los errores de los mismos y tu página web está expuesta a ellos, lo que permitiría a un atacante, de forma muy sencilla, realizar modificaciones en tu web.
4. Mira los precios, y sobre todo las clausulas. Aseguraté de que el presupuesto es cerrado y no aparecen clausulas como (Este presupuesto incluye hasta x horas de trabajo, a partir de entonces cada hora se facturará a x€) o (las fotografías e imágenes que se usen en el diseño no están incluidas en este presupuesto). Si encuentras clausulas de este tipo, tira el prespuesto a la basura.
5. Toma la decisión. Ahora deberías tener un conjunto más reducido de presupuestos y debería ser más sencillo tomar la decisión. Compáralos y mira las funcionalidades incluidas en cada uno, busca los clientes anteriores de cada empresa y compara sus páginas web. Vuelve a reunirte con el proveedor si es necesario, pídele que te enseñe alguna de sus páginas por dentro, asegúrate de que sea fácil de usar. Una vez tomes la decisión, es una buena práctica comunicar al resto de proveedores no elegidos que finalmente has decidido contar con otra empresa.
2. Pide varios presupuestos, si es posible reúnete con los proveedores, explícales tu negocio, tus procesos, tu proyecto, tus aspiraciones y lo que quieres conseguir con la web. En la reunión pide al proveedor su opinión y déjate aconsejar, del mimos modo que te dejarías aconsejar en la compra de un televisor o un frigorífico por el encargado de la tienda. Toma ideas de varios proveedores. Son necesarias algunas preguntas imprescindibles al proveedor:
- ¿Teneis un diseñador en la empresa? ¿Puedo ver algunos trabajos anteriores? Esto es un punto imprescindible, apunta bien su respuesta, pues será necesaria en el siguiente paso. Apunta igualmente tu nivel de satisfacción con diseños previos de la empresa.
- ¿Qué tecnología se va a usar en mi web? Esto es igualmente muy importante, si tu web va a ser dinámica, te dirán que un CMS (Sistema Gestor de Contenidos). Asegúrate que te digan que CMS van a usar, si es un CMS propio de la empresa, o alguno comercial o gratuito como OpenCMS.
3. Descarta presupuestos antes de mirar los precios. Lo primero es descartar presupuestos que no cumplan con unos niveles mínimos de calidad. Para ello, tira a la basura los presupuestos de empresas que no cuenten con un diseñador en plantilla o que no subcontraten el diseño con una empresa externa.
Igualmente, si tu página contiene datos sensibles, descarta los presupuestos de empresas que usen CMS comerciales, puesto que día a día se publican en Internet los errores de los mismos y tu página web está expuesta a ellos, lo que permitiría a un atacante, de forma muy sencilla, realizar modificaciones en tu web.
4. Mira los precios, y sobre todo las clausulas. Aseguraté de que el presupuesto es cerrado y no aparecen clausulas como (Este presupuesto incluye hasta x horas de trabajo, a partir de entonces cada hora se facturará a x€) o (las fotografías e imágenes que se usen en el diseño no están incluidas en este presupuesto). Si encuentras clausulas de este tipo, tira el prespuesto a la basura.
5. Toma la decisión. Ahora deberías tener un conjunto más reducido de presupuestos y debería ser más sencillo tomar la decisión. Compáralos y mira las funcionalidades incluidas en cada uno, busca los clientes anteriores de cada empresa y compara sus páginas web. Vuelve a reunirte con el proveedor si es necesario, pídele que te enseñe alguna de sus páginas por dentro, asegúrate de que sea fácil de usar. Una vez tomes la decisión, es una buena práctica comunicar al resto de proveedores no elegidos que finalmente has decidido contar con otra empresa.
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