Mucho se ha hablado de emprendedores y emprendimiento, y también de una variante que es el emprendedor interno a una organización. Esta última variante ha tenido mucha menos repercusión, pero es sin duda la figura que hace que las cosas funcionen, que cada día demos un paso más y que sigamos creando empleo sostenible. Dedicaremos esta entrada de blog a hablar de esa figura dentro de nuestra experiencia. Esperamos que os guste.

Está claro que un emprendedor es muy necesario hoy día para generar nuevas ideas, tener nuevos proyectos y a medio plazo más empresas que creen empleo y nos aporten más calidad de vida.


Son muchas las ideas que se generan, además el riesgo es nulo ya que el pensar no ocupa lugar. Podemos pensar durante un viaje en autobús, en avión, viendo la televisión, o mientras andamos hacia algún sitio. El pensar en ideas de negocio no tiene ningún riesgo, lo difícil es lanzarse a hacerlas realidad. Pero podríamos decir que el impacto de no llevar a cabo una de las ideas que tenemos no es muy grande.

Las ideas que realmente se llevan a cabo mediante un proceso de emprendimiento son menos. Este paso ya sí conlleva un riesgo y unas repercusiones, ya que podemos empezar, dedicar muchas horas y algo de dinero, y que al final no funcione, y por tanto lo hemos perdido todo, aunque siempre nos queda la experiencia para la próxima vez.

El número se reduce en las ideas que se llevaron a cabo, y realmente superaron los primeros obstáculos, comenzaron a facturar y podemos decir que sobrevivieron a sus primeras fases de vida. En este punto casi no hemos creado empleo, casi no se ha amortizado la inversión en tiempo y dinero, y casi no aporta mucho al bien común, pero es el principio de la vida de esa criatura que surgió de una idea.

Muchas veces tiende a pensarse que una vez que la idea ha funcionado en sus primeros estadios de vida, ya es solo dejarla andar y eso ya está resuelto. Normalmente eso es lo que se ve desde fuera, pero desde dentro la realidad es muy diferente.

Si no se hace nada por evitarlo, una empresa tiende a morir, ya que tiene presión por parte de los clientes, de la competencia, de los proveedores,... una empresa debe estar continuamente emprendiendo, pero las empresas no emprenden por sí mismas, sino que son las personas que hay dentro las que realmente realizan esos procesos de emprendimiento desde dentro, que posibilitan que la empresa se siga diferenciando y siga siendo competitiva e innovadora.

Y aquí viene la figura del emprendedor interno. Es una figura de gran responsabilidad, ya que tiene la responsabilidad no solo de pensar en ideas, y de llevarlas a cabo, sino también de que éstas funcionen, ya que la repercusión de los fallos, ya no solo afectan al propio emprendedor, sino que pueden afectar a la viabilidad de la empresa, y por tanto de todas las personas que conforman el equipo humano.

No puedes permitirte un fallo, pero mucho menos puedes permitirte no emprender.



En el caso del emprendedor interno, es la empresa la que pone los medios económicos para llevarla a cabo, por tanto el emprendedor corre muchos menos riesgos personales, pero el echo de que lo que se juega no es su dinero ni su tiempo, sino el futuro de todo su equipo, podría decir que se siente mucha más responsabilidad que cuando "solo" nos jugamos nuestro dinero y nuestro tiempo.

Dentro de intelligenia, a día de hoy podemos tener 4 o 5 procesos de emprendimiento abiertos, es decir, 4 o 5 líneas que podrían considerarse el comienzo de una nueva línea de negocio, de empleo, de generación de recursos,... invirtiendo mucho tiempo y dinero en ello. Y no nos podemos permitir que estos procesos de creación fallen. Por todo ello, las personas que lideran estas líneas, son plenamente conscientes de que deben dar el 150%, que no vale fallar, y que hay que hacer todo lo posible por que funcionen bien, ya que el futuro de todo el equipo depende de cada una de estas cosas.

Y todo ello hay que hacerlo con recursos limitados :). Quizá en empresas más grandes con fuertes inversiones, puedan permitirse más intentos, o intentos más arriesgados, pero en una empresa pequeña, hay que saber hacer mucho con muy poco.

Por todo ello, le damos un gran reconocimiento a esas personas que desde dentro de su organización no solo luchan por hacer lo mejor posible sus funciones, sino que se esfuerzan día a día por pensar, proponer y a ser posible liderar un proceso de negocio o de mejora interna que consiga que tanto su futuro como el de sus compañeros sea más sostenible.

Cada día más, hay que cambiar la forma de pensar respecto a las empresas. Seguramente haya empresas que por sí solas funcionan (sectores muy especializados, oligopolios, monolopios, sectores de inversión tan grande que no haya casi competencia...), pero en el resto de las PYMEs, la empresa no tiene suficiente inercia como para acomodarnos y dedicarnos solo a cumplir con las tareas asignadas. Hay que ver la empresa como una herramienta que nos permite realizar una función, ser útiles, y conseguir ese reporte económico que nos permita cumplir nuestros sueños, anhelos, necesidades, ocio,... y esa herramienta no funciona sola, sino que depende de cada una de las personas que desde dentro hacen que funcione.

Todos y cada uno de nosotros, debemos pensar y proponer ideas que hagan que esta herramienta pueda seguir funcionando mañana, o que pueda funcionar mejor para que genere más estabilidad o más empleo. Sé que puede ser un punto de vista utópico, pero en la PYME, el mañana no lo define la empresa, sino que lo define el equipo humano que día a día saca lo mejor de sí para asegurar el mañana.

Y dentro de ese día a día, los emprendedores internos, son esas figuras que pueden liderar a equipos con el objetivo de llegar más lejos, de asegurar el mañana, y deben hacer todo eso teniendo muy presente que no deben fallar, que se lo deben no solo a sí mismos, sino a todo el equipo que está haciendo realidad esa idea de emprendimiento.

Desde nuestro punto de vista, una empresa no es una entidad estática e inerte, sino que es un ente vivo y dinámico, que depende 100% de las personas que lo forman y le dan esa vida. Quita las personas de una empresa y déjala así un par de meses ¿que crees que habrá sido de ella?

En intelligenia, no hemos dejado de emprender desde que nacimos. Y dado que nos dedicamos al mundo de la tecnología online, ¿podéis imaginaros como será este sector dentro de 10 años?, quizá en otro sector, dentro de 10 años se hagan cosas parecidas a lo que se hace hoy día (panadería, fábrica de tornillos,..), pero en el sector de la tecnología online está claro que dentro de 10 años no valdrá nada de lo que hacemos hoy día, así que para continuar en este sector, seguramente deberemos haber emprendido mucho, cambiado casi todo, y aprendido mucho más para definir el mañana, y eso no se puede dejar para mañana sino que hay que asumir los riesgos hoy.

Y por ello, reiteramos la frase de antes: No podemos permitirnos fallar, pero mucho menos podemos permitirnos no emprender

¿Qué crees que podrías hacer dentro de tu organización para que ésta pudiese seguir funcionando dentro de 10 años?

José Carlos Calvo