¿Cien? ¿dos mil trescientos? ¿un millón?
No sabemos cuantos, pero a buen seguro existen ya unos cuantos post sobre de la importancia del diseño gráfico. Aún así muchas personas mantienen la creencia de que es algo superfluo, costoso y prescindible en un proyecto.
Sospechamos que esto se debe a un inquietante hecho:
El buen diseño tiende a ser invisible.
Como tantas, es una verdad muy ingrata y fastidiosa, hay que reconocerlo.
Es cierto que no siempre es invisible, en ocasiones es espectacularmente bello, pero por norma general, cuando no lo ves es porque... ¡está funcionando!
Así que a veces es difícil pagar por algo que no ves, o que incluso crees que no existe...
En este post queremos compartir algunas ideas sencillas sobre por qué el buen diseño gráfico te será rentable.
Todos advertimos con claridad cuando algo no funciona. Eso nos irrita, nos pone los pelos de punta, nos hace perder tiempo, la vida es terrible cuando las cosas no funcionan…
Sin embargo no es tan fácil alucinar cuando un cartel nos informa claramente, cuando reconocemos un producto en el super o nuestro bebé maneja a la perfección una app… ¿a que no?
Bien, en este último caso alucinamos siempre con nuestros bebés superdotados, pero no pensamos ni por un momento que quizá lo que hay detrás de esa app es un trabajo pensado, diseñado y programado por un equipo de profesionales para hacer que sea tan intuitiva y comprensible que hasta un bebé (precioso/a, sin duda) pueda manejarla con soltura.
1/ El diseño te identifica
Todo lo que te rodea genera una impresión en los demás.
Pero solo lo que TU eliges te identifica realmente, y en términos profesionales esa impresión que causamos debería ser la que nos conviene. Y una vez pensada y elegida, el diseño gráfico ayuda a hacerlo posible.
2/ Si te identifica, te diferencia
Te identifica pero también debe marcar la diferencia con los otros.
Te representa a ti y a nadie más, quienes te reconozcan visualmente te van a diferenciar del resto. Te recuerdan, te evalúan e inevitablemente…
3/ Te posiciona
A nuestra mente de consumidor le encanta colocar primorosamente cada marca en un apartado del estilo “me chifla”, “estos son de los míos”, “esta marca hace que yo mole más”, “esta marca es fiable” o “ni con un palo”. Y lo hace de una forma increíblemente rápida e intuitiva, casi inconsciente.
Una parte importante en ese comportamiento la decide el aspecto visual de la marca, lo que entra por los ojos. Tanto la primera vez como todas las siguientes, nuestra identidad hará que nos ubiquen en una de esas categorías tan técnicas que acabo de nombrar, y que más o menos todos reconocemos como consumidores.
Imaginaos que no estamos contando con los cientos de marcas que ni si quiera registramos como usuarios, esas que son perfectamente olvidables porque no cuentan con una imagen ni un mensaje que nos impacte.
4/ El diseño vende
El diseño gráfico nace para ser funcional, hacer que elementos de la vida diaria sean más accesibles, prácticos, interesantes y además creativos. ¿se puede pedir más?
Si todo eso lo aplicamos a nuestra marca o producto, ¿no aportará más valor que algo que no lo tiene?
Hoy día es difícil no tener referencias de cualquier producto y de las diversas marcas que lo suministran, pero aún así la intuición siempre ayuda a decidir al consumidor en caso de empate.
En ese momento es cuando tu diseño se emplea a fondo para mostrar tu mensaje del modo más adecuado posible, para que los clientes se sientan cómodos e identificados y nos elijan. Todo ello de un modo casi imperceptible.
El diseño no es aplicar un colorcito aquí, una tipografía y un fondo allá. El diseño es una labor compleja, que atiende a muchos factores y debe ofrecer un resultado adaptado a cada caso, con un óptimo grado de información expresado de un modo sencillo, accesible y atrayente. Eso incluye la gestión del contenido textual, visual y conceptual.
Sigue un proceso que pone en común lo que el cliente posee, necesita y desea (que son cosas distintas) con la experiencia y la creatividad de profesionales que sepan cómo representarlo.
Y claro que da resultado, si se hace bien.
5/ Ayuda a competir
Quien no valora el diseño tiende a pensar que nadie más lo hace, que nadie valorará nuestro aspecto general o el modo en que comunicamos. No es cierto.
Incluso quien no está dispuesto a valorar el diseño es sensible al aspecto de una marca o producto, y reconoce cuando un mensaje se le hace llegar de forma adecuada, clara y correcta.
Si te ves en la circunstancia de medirte directamente con otros competidores por un cliente o un trabajo, usa el buen diseño como herramienta para marcar la diferencia a tu favor. No olvides el valor que aporta.
Lo ideal es que lo comprendas con tiempo suficiente y te pongas en manos de buenos diseñadores.
Todas esas preguntas que nos recomiendan hacernos cuando comenzamos nuestro proyecto (qué somos, qué queremos que los demás vean en nosotros) es realmente interesante hacérselas y sobre todo, llegar a responderlas. Durante este proceso debemos ir pensando ya en nuestra Identidad Visual Corporativa.
El diseño está en la base del proceso de creación de tu imagen corporativa, de todo lo que va a representar visualmente a tu empresa. ¿no crees que es importante dedicarle algo de ese tiempo, trabajo e inversión que decíamos antes?
Sobre todo en el inicio de nuestro proyecto supone nuestra carta de presentación. Puedes contar mucho con palabras, pero nada igualará la primera impresión que generas con una imagen corporativa consistente. Y según avance el tiempo tener en cuenta que para mejorar, a veces es necesario cambiar.
El diseño de nuestra identidad debe nacer junto con nuestro proyecto, pero también debe crecer y desarrollarse con él.
Hay ocasiones en las que la mínima expresión de todo lo que eres está en tu logo y tu nombre. Cuando no haya más información sobre ti ¿te representarán debidamente?, ¿serán tan eficaces como necesitas? Es por eso que debes cuidarlos.
No perdamos de vista que seguimos siendo nosotros y nuestro prestigio los que están detrás esa publicidad.
La publicidad es efectiva y rentable, cuando es acertada.
Tu empresa tiene unas necesidades y objetivos y existen muchos modos de publicitarte. Lo mejor es que un profesional te asesore sobre qué canal, formato o estrategia debes seguir para que te resulte eficaz y rentable. De verdad que no es tan difícil y hace ganar tiempo y dinero.
Para empezar, creemos que el diseño debería formar parte del presupuesto y precio de todo producto, porque en realidad nuestra mente de consumidor SI que lo percibe como un valor del mismo.
Siendo así, debería tomarse como una inversión inteligente y proporcionada a nuestras expectativas y presupuesto de gasto general, no como algo trivial y prescindible.
Contar con diseño gráfico en nuestro material publicitario no debe resultar un gasto superfluo.
La publicidad, en cualquiera de sus vertientes, puede convertirse en una inversión constante para una empresa, por eso es importante saber qué estrategia de comunicación publicitaria estamos necesitando y con qué presupuesto contamos.
Como decían nuestras abuelas “Nadie da duros a tres reales”. La publicidad no es una excepción, así que si le damos una vuelta a nuestras necesidades y somos realistas, podremos encontrar una estrategia acorde y un presupuesto aproximado.
Un buen diseño gráfico para nuestra publicidad es rentable en términos de presupuesto porque cuando se piensa y se ejecuta bien, nos ayuda a alcanzar expectativas, aumenta el valor de nuestro producto y consigue atraer clientes.
¿Vemos un ejemplo?
Igual nunca te han propuesto ser una academia, pues ha llegado el momento :) Eres una academia que realiza publicidad impresa de sus cursos.
Tienes: un estilo como empresa, uno o varios productos a promocionar de forma constante y/o periódica y unos objetivos a cumplir con ellos.
Deseas: hacer llegar tu información al que sabes es tu público objetivo (niños, jóvenes o adultos, locales o foráneos, noveles o expertos…) y transmitir con esa publicidad que tu empresa tiene calidad, prestigio, es experimentada y de confianza.
Necesitas:
Pues bien, teniendo esto en cuenta y si además tienes un presupuesto muy definido, ¿porqué no optimizar la producción de tu cartelería?
Partiendo de un buen diseño base realizar adaptaciones regulares que mantengan la coherencia en la imagen corporativa y aprovechen elementos comunes que serán la base de tu imagen pero buscando identificarse con el público en cada curso.
Un buen sistema de trabajo y producción puede hacer que todo vaya más rápido y resulte rentable al diseñador y a la empresa. Deja la labor de esa estrategia a un profesional del diseño.
Aprovecha esa publicidad para ir generando una imagen reconocible.
Tu página web es como poco una extensión de tu empresa o producto, si es que no es tu empresa o producto en sí mismo (e-commerce), así que contar con una Identidad Corporativa consistente es prácticamente obligado.
Internet es ante todo un espacio interactivo y multidireccional. El usuario se mueve a placer a través de nuestros contenidos y debe encontrar la info allí donde supone que estará, sentir la necesidad de pulsar allí donde hay contenido de interés, debemos motivarlo para consultar y saber más de nosotros y de nuestro producto hasta el punto de convertirse en cliente.
Resulta de mucha ayuda una adecuada gestión del contenido y la información a través de la jerarquía, buena distribución de las llamadas a la acción, buena navegación y una estética general atrayente e interesante.
Si además estamos a la última en cuestión de funcionalidad, estándares, usabilidad, etc. tendremos una excelente herramienta de promoción en nuestro sitio web.
Por eso la compenetración entre diseño web y programación es más que necesaria. No nos cansaremos de decir que grafismo y programación son la pareja del siglo, son los Oliver y Benji del diseño web, son como el pan y la nocilla. ¡Sabrosamente unidos hasta el fin!
Y de esa bonita unión nacerá un hermoso diseño web, sano, inteligente, atractivo y con futuro.
Diseño y programación web deben conocer mutuamente sus posibilidades y sus límites para dar lo mejor de sí mismos. La experiencia y comunicación debe ser amplia y abierta. Por eso necesitas confiar en quien te aporte esas dos funciones de forma indisoluble.
Una vez más recomendamos que trabajes mano a mano con tu empresa de diseño y programación ya que tu visión es esencial para conocer qué y cómo hay que representarte y los profesioanles sabrán qué herramientas se van a utilizar a tu favor.
¿Vemos un ejemplo?
Aquí os dejamos un ejemplo de web (real) con una gestión del contenido algo difícil junto a otra que gestiona la información de un modo mucho más eficaz. ¿Cuanto tiempo pues estar buscando algo en la primera web? Si tienes la intención de comprar algo concreto te lo están poniendo difícil.
Puedes divertirte un rato paseando por ella, es cierto, y probablemente encontrarás a Wally pero no aquello que estás buscando.
No existe una jerarquía clara, no hay categorías y probablemente los autores no conozcan la palabra “responsive” en ninguna de sus acepciones.
La segunda en cambio, es una web de venta con un contenido ordenado y más apetecible. De nuevo sale a relucir la importancia de la fotografía de calidad en una web que muestra productos, que viene a ser el 99% de las webs.
Puede que el precio y el objeto lleguen a ser el mismo, pero la experiencia de usuario y las posibilidades de compra y conversión varían bastante.
El arquitecto Frank Lloyd Wright, un tipo bastante listo y creativo decía algo así como “o usas el borrador en la mesa de trabajo o tendrás que usar el mazo en un edificio ya construido”.
Y es cierto, si no reflexionamos sobre nuestras necesidades, un problema fácilmente solventable se convierte en un gasto extra de tiempo y dinero. Un vía crucis de retrasos, parcheos y frustraciones cuyo final inevitable es el uso del mazo. Huyamos de eso como de la peste, amigos.
Para resumir:
No sabemos cuantos, pero a buen seguro existen ya unos cuantos post sobre de la importancia del diseño gráfico. Aún así muchas personas mantienen la creencia de que es algo superfluo, costoso y prescindible en un proyecto.
Sospechamos que esto se debe a un inquietante hecho:
El buen diseño tiende a ser invisible.
Como tantas, es una verdad muy ingrata y fastidiosa, hay que reconocerlo.
Es cierto que no siempre es invisible, en ocasiones es espectacularmente bello, pero por norma general, cuando no lo ves es porque... ¡está funcionando!
Así que a veces es difícil pagar por algo que no ves, o que incluso crees que no existe...
En este post queremos compartir algunas ideas sencillas sobre por qué el buen diseño gráfico te será rentable.
Todos advertimos con claridad cuando algo no funciona. Eso nos irrita, nos pone los pelos de punta, nos hace perder tiempo, la vida es terrible cuando las cosas no funcionan…
Sin embargo no es tan fácil alucinar cuando un cartel nos informa claramente, cuando reconocemos un producto en el super o nuestro bebé maneja a la perfección una app… ¿a que no?
Bien, en este último caso alucinamos siempre con nuestros bebés superdotados, pero no pensamos ni por un momento que quizá lo que hay detrás de esa app es un trabajo pensado, diseñado y programado por un equipo de profesionales para hacer que sea tan intuitiva y comprensible que hasta un bebé (precioso/a, sin duda) pueda manejarla con soltura.
1/ El diseño te identifica
Todo lo que te rodea genera una impresión en los demás.
Pero solo lo que TU eliges te identifica realmente, y en términos profesionales esa impresión que causamos debería ser la que nos conviene. Y una vez pensada y elegida, el diseño gráfico ayuda a hacerlo posible.
2/ Si te identifica, te diferencia
Te identifica pero también debe marcar la diferencia con los otros.
Te representa a ti y a nadie más, quienes te reconozcan visualmente te van a diferenciar del resto. Te recuerdan, te evalúan e inevitablemente…
3/ Te posiciona
A nuestra mente de consumidor le encanta colocar primorosamente cada marca en un apartado del estilo “me chifla”, “estos son de los míos”, “esta marca hace que yo mole más”, “esta marca es fiable” o “ni con un palo”. Y lo hace de una forma increíblemente rápida e intuitiva, casi inconsciente.
Una parte importante en ese comportamiento la decide el aspecto visual de la marca, lo que entra por los ojos. Tanto la primera vez como todas las siguientes, nuestra identidad hará que nos ubiquen en una de esas categorías tan técnicas que acabo de nombrar, y que más o menos todos reconocemos como consumidores.
Imaginaos que no estamos contando con los cientos de marcas que ni si quiera registramos como usuarios, esas que son perfectamente olvidables porque no cuentan con una imagen ni un mensaje que nos impacte.
4/ El diseño vende
El diseño gráfico nace para ser funcional, hacer que elementos de la vida diaria sean más accesibles, prácticos, interesantes y además creativos. ¿se puede pedir más?
Si todo eso lo aplicamos a nuestra marca o producto, ¿no aportará más valor que algo que no lo tiene?
- La funcionalidad y eficiencia que tiene el diseño gráfico mejoran la imagen de nuestra empresa y la relación calidad-precio de nuestro producto.
- Contar con su capacidad estética y creativa nos hace más visibles y deseables para nuestro público objetivo. Nos acerca a ellos creando un vínculo inicial.
Hoy día es difícil no tener referencias de cualquier producto y de las diversas marcas que lo suministran, pero aún así la intuición siempre ayuda a decidir al consumidor en caso de empate.
En ese momento es cuando tu diseño se emplea a fondo para mostrar tu mensaje del modo más adecuado posible, para que los clientes se sientan cómodos e identificados y nos elijan. Todo ello de un modo casi imperceptible.
El diseño no es aplicar un colorcito aquí, una tipografía y un fondo allá. El diseño es una labor compleja, que atiende a muchos factores y debe ofrecer un resultado adaptado a cada caso, con un óptimo grado de información expresado de un modo sencillo, accesible y atrayente. Eso incluye la gestión del contenido textual, visual y conceptual.
Sigue un proceso que pone en común lo que el cliente posee, necesita y desea (que son cosas distintas) con la experiencia y la creatividad de profesionales que sepan cómo representarlo.
Y claro que da resultado, si se hace bien.
5/ Ayuda a competir
Quien no valora el diseño tiende a pensar que nadie más lo hace, que nadie valorará nuestro aspecto general o el modo en que comunicamos. No es cierto.
Incluso quien no está dispuesto a valorar el diseño es sensible al aspecto de una marca o producto, y reconoce cuando un mensaje se le hace llegar de forma adecuada, clara y correcta.
Si te ves en la circunstancia de medirte directamente con otros competidores por un cliente o un trabajo, usa el buen diseño como herramienta para marcar la diferencia a tu favor. No olvides el valor que aporta.
Lo ideal es que lo comprendas con tiempo suficiente y te pongas en manos de buenos diseñadores.
El diseño y tu imagen de marca
La creación de una marca supone tiempo, trabajo e inversión y el diseño gráfico forma parte de este proceso desde ese inicio.Todas esas preguntas que nos recomiendan hacernos cuando comenzamos nuestro proyecto (qué somos, qué queremos que los demás vean en nosotros) es realmente interesante hacérselas y sobre todo, llegar a responderlas. Durante este proceso debemos ir pensando ya en nuestra Identidad Visual Corporativa.
El diseño está en la base del proceso de creación de tu imagen corporativa, de todo lo que va a representar visualmente a tu empresa. ¿no crees que es importante dedicarle algo de ese tiempo, trabajo e inversión que decíamos antes?
Sobre todo en el inicio de nuestro proyecto supone nuestra carta de presentación. Puedes contar mucho con palabras, pero nada igualará la primera impresión que generas con una imagen corporativa consistente. Y según avance el tiempo tener en cuenta que para mejorar, a veces es necesario cambiar.
El diseño de nuestra identidad debe nacer junto con nuestro proyecto, pero también debe crecer y desarrollarse con él.
- Necesitas diseño porque necesitas comunicar eficientemente a otros lo que eres.
- Necesitas diseño como herramienta competitiva en el mercado.
Hay ocasiones en las que la mínima expresión de todo lo que eres está en tu logo y tu nombre. Cuando no haya más información sobre ti ¿te representarán debidamente?, ¿serán tan eficaces como necesitas? Es por eso que debes cuidarlos.
El diseño gráfico y tu publicidad
Si la generación de nuestra identidad es un proceso único que indaga en nuestros valores más internos para sacarlos a la luz, nuestra publicidad construye una imagen en constante actualidad, cambiante y combativa; adaptada a cada producto, público y momento.No perdamos de vista que seguimos siendo nosotros y nuestro prestigio los que están detrás esa publicidad.
La publicidad es efectiva y rentable, cuando es acertada.
Tu empresa tiene unas necesidades y objetivos y existen muchos modos de publicitarte. Lo mejor es que un profesional te asesore sobre qué canal, formato o estrategia debes seguir para que te resulte eficaz y rentable. De verdad que no es tan difícil y hace ganar tiempo y dinero.
Para empezar, creemos que el diseño debería formar parte del presupuesto y precio de todo producto, porque en realidad nuestra mente de consumidor SI que lo percibe como un valor del mismo.
Siendo así, debería tomarse como una inversión inteligente y proporcionada a nuestras expectativas y presupuesto de gasto general, no como algo trivial y prescindible.
Contar con diseño gráfico en nuestro material publicitario no debe resultar un gasto superfluo.
La publicidad, en cualquiera de sus vertientes, puede convertirse en una inversión constante para una empresa, por eso es importante saber qué estrategia de comunicación publicitaria estamos necesitando y con qué presupuesto contamos.
Como decían nuestras abuelas “Nadie da duros a tres reales”. La publicidad no es una excepción, así que si le damos una vuelta a nuestras necesidades y somos realistas, podremos encontrar una estrategia acorde y un presupuesto aproximado.
Un buen diseño gráfico para nuestra publicidad es rentable en términos de presupuesto porque cuando se piensa y se ejecuta bien, nos ayuda a alcanzar expectativas, aumenta el valor de nuestro producto y consigue atraer clientes.
¿Vemos un ejemplo?
Tienes: un estilo como empresa, uno o varios productos a promocionar de forma constante y/o periódica y unos objetivos a cumplir con ellos.
Deseas: hacer llegar tu información al que sabes es tu público objetivo (niños, jóvenes o adultos, locales o foráneos, noveles o expertos…) y transmitir con esa publicidad que tu empresa tiene calidad, prestigio, es experimentada y de confianza.
Necesitas:
- Que tu información se vea y entienda para atraer al público, que la propia empresa sea reconocible en cada cartel y marque una diferencia con los cursos de tu competencia.
- Expresar adecuadamente la información en cada cartel, conceptual y visualmente.
- Mantener una imagen coherente sobre tu formación.
- Y para terminar, técnicamente necesitas que tus diseños, claims, imágenes, logotipos, etc. puedan adaptarse a múltiples tamaños y formatos (publicidades, web propia y otros sitios web, redes, material lectivo…) sin perder calidad ni estética.
Pues bien, teniendo esto en cuenta y si además tienes un presupuesto muy definido, ¿porqué no optimizar la producción de tu cartelería?
Partiendo de un buen diseño base realizar adaptaciones regulares que mantengan la coherencia en la imagen corporativa y aprovechen elementos comunes que serán la base de tu imagen pero buscando identificarse con el público en cada curso.
Un buen sistema de trabajo y producción puede hacer que todo vaya más rápido y resulte rentable al diseñador y a la empresa. Deja la labor de esa estrategia a un profesional del diseño.
Aprovecha esa publicidad para ir generando una imagen reconocible.
El diseño gráfico aplicado a la web
En el caso particular de Internet donde todo se decide en segundos, la gestión de la información es esencial y aquí el diseño gráfico y tipográfico aportan orden y modulación en nuestro contenido, guian y seducen al espectador.Tu página web es como poco una extensión de tu empresa o producto, si es que no es tu empresa o producto en sí mismo (e-commerce), así que contar con una Identidad Corporativa consistente es prácticamente obligado.
Internet es ante todo un espacio interactivo y multidireccional. El usuario se mueve a placer a través de nuestros contenidos y debe encontrar la info allí donde supone que estará, sentir la necesidad de pulsar allí donde hay contenido de interés, debemos motivarlo para consultar y saber más de nosotros y de nuestro producto hasta el punto de convertirse en cliente.
Resulta de mucha ayuda una adecuada gestión del contenido y la información a través de la jerarquía, buena distribución de las llamadas a la acción, buena navegación y una estética general atrayente e interesante.
Si además estamos a la última en cuestión de funcionalidad, estándares, usabilidad, etc. tendremos una excelente herramienta de promoción en nuestro sitio web.
Por eso la compenetración entre diseño web y programación es más que necesaria. No nos cansaremos de decir que grafismo y programación son la pareja del siglo, son los Oliver y Benji del diseño web, son como el pan y la nocilla. ¡Sabrosamente unidos hasta el fin!
Y de esa bonita unión nacerá un hermoso diseño web, sano, inteligente, atractivo y con futuro.
Diseño y programación web deben conocer mutuamente sus posibilidades y sus límites para dar lo mejor de sí mismos. La experiencia y comunicación debe ser amplia y abierta. Por eso necesitas confiar en quien te aporte esas dos funciones de forma indisoluble.
Una vez más recomendamos que trabajes mano a mano con tu empresa de diseño y programación ya que tu visión es esencial para conocer qué y cómo hay que representarte y los profesioanles sabrán qué herramientas se van a utilizar a tu favor.
¿Vemos un ejemplo?
Aquí os dejamos un ejemplo de web (real) con una gestión del contenido algo difícil junto a otra que gestiona la información de un modo mucho más eficaz. ¿Cuanto tiempo pues estar buscando algo en la primera web? Si tienes la intención de comprar algo concreto te lo están poniendo difícil.
Puedes divertirte un rato paseando por ella, es cierto, y probablemente encontrarás a Wally pero no aquello que estás buscando.
No existe una jerarquía clara, no hay categorías y probablemente los autores no conozcan la palabra “responsive” en ninguna de sus acepciones.
La segunda en cambio, es una web de venta con un contenido ordenado y más apetecible. De nuevo sale a relucir la importancia de la fotografía de calidad en una web que muestra productos, que viene a ser el 99% de las webs.
Puede que el precio y el objeto lleguen a ser el mismo, pero la experiencia de usuario y las posibilidades de compra y conversión varían bastante.
El arquitecto Frank Lloyd Wright, un tipo bastante listo y creativo decía algo así como “o usas el borrador en la mesa de trabajo o tendrás que usar el mazo en un edificio ya construido”.
Y es cierto, si no reflexionamos sobre nuestras necesidades, un problema fácilmente solventable se convierte en un gasto extra de tiempo y dinero. Un vía crucis de retrasos, parcheos y frustraciones cuyo final inevitable es el uso del mazo. Huyamos de eso como de la peste, amigos.
Para resumir:
- El diseño es rentable y puede hacer mucho por nosotros y nuestro producto en cuestión de marca, producto y posicionamiento.
- Usa el diseño gráfico como herramienta para manifestar tus ventajas y las de tus servicios o productos, para aportar valor y generar confianza de cara al cliente.
- Aprende a incorporar el coste de diseño a tu producto y hacer que eso que estás pagando te resulte rentable.
- Colabora con profesionales del diseño, la publicidad y la programación. Eso te evitará problemas, gastos extra y mala imagen que no se borra fácilmente.
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